Liga Grinsola

Magrins devuelve la ilusión a una capital huérfana de fútbol.

La capital de la República ve nacer un nuevo equipo de relumbrón. (2013-2016)

El 14 de agosto de 2013, Javier Ceerresiete llegó a la República Grinsola con la intención de crear un equipo con gen dominador. Tras estar tanteando varios lugares como sede para el proyecto, se decidió en New Grimo City, la capital grinsola, para formar un club que devolviese la gloria conseguida en su momento por el Grimaldi de Jorgelino Pérez. Magrins City es un proyecto ambicioso, y así lo demustran sus influencias de dos de los clubes económicamente más poderosos del panorama terráqueo: Real Madrid y Manchester City. En un principio, comenzó jugando sus partidos como local en el estadio Pequeño Bernabéu, de 10.000 espectadores; pero con su ascenso y posterior estabilización en Primera División, junto con la masa social creciente debido a la falta de equipos en la capital, se mudaron a La Caja Gruna, antiguo hogar de Grimal Azul y uno de los estadios con mayor capacidad de todo el panorama grinsolo. Actualmente, tras la remodelación y ampliación de su estadio original, vuelven a ser locales en el "ya no tan" Pequeño Bernabéu.

La primera temporada de Margins City, guiados por su entrenador Merengón, comenzó de manera impecable: se afianzó en la parte alta de la tabla durante el comienzo de la liga, y estuvo peleando por el ascenso directo hasta que se desinflase en las últimas jornadas, firmando un quinto puesto que le daba acceso a jugar los playoffs de ascenso. El equipo supo recomponerse de manera brillante, y superó en la primera ronda a Antachán, y en la segunda a todo un River de Mouledor que contaba con todas las papeletas como favorito. De esta manera, Magrins City conseguía convertirse en un club de Primera División en su primer año de existencia, confirmando las expectativas de su presidente. Su arranque en primera fue espectacular: con una racha de nueve victorias y un empate en sus primeros diez partidos se colocaba como líder indiscutible y mostraba su carta de presentación al Universo Grinsal. Sin embargo, mantener ese nivel de juego es algo complicado; y aunque a lo largo de la temporada estuvo peleando con la cabeza de la tabla, de nuevo un tramo final algo más flojo le hizo perder comba y acabar la liga en una más que respetable sexta posición. De esta manera tendrían acceso al tramo de 100 millones de presupuesto, convirtiéndose en uno de los clubes a tener en cuenta en el panorama grinsolo.

Pero es que la tercera temporada de Magrins sería aún mejor que las dos anteriores. La masa social había aumentado en gran medida tras los últimos resultados, por lo que se dejó atrás el Pequeño Bernabéu donde disputaban sus partidos para mudarse a la gigantesca Caja Gruna. El equipo volvía a comenzar ganando y peleando en la parte alta de la clasificación; lugar que volvería a ocupar hasta los últimos diez partidos, en los que el equipo, siguiendo la tónica habitual en su trayectoria, se desinfló para volver a acabar en la sexta posición. Sin embargo, esta temporada destacaron en la Copa del Grins, donde llegaron a colarse en la fase de cuartos de final. Allí les apearía un Pedofas que sería, a la postre, finalista de la competición.

Primeros baches tras el gran arranque. (2016-Act.)

Tercer año de Magrins en Primera División, y tras su trayectoria ascendente de las últimas temporadas, llegaba el primer bache que tendría que sufrir el equipo de Javier Ceerresiete. La liga no empezaba para ellos como estaban acostumbrados, y se verían abocados a pelear en la parte media y baja de la tabla, coqueteando con los puestos de descenso. En el segundo tramo de la temporada consiguieron una buena racha de resultados positivos que les haría soñar con volver a pelear al menos por los puestos de 100 millones; pero un nuevo final a un nivel más flojo del habitual les cortó las aspiraciones, y les dejó en un undécimo puesto y con la sensación de tener que retomar el camino perdido. Y no sería en la siguiente temporada cuando conseguirían superar esta primera piedra en el camino: la quinta participación del equipo de Merengón en competición grinsola comenzó con un equipo en la zona roja de la tabla, que remontaría poco a poco para intentar llegar a la zona media; pero que se dejaría llevar en el tramo final, sin sellar la permanencia hasta un par de jornadas antes del fin de la liga. Su duodécima posición, solo una por encima del descenso, certifican que el equipo necesita un cambio de rumbo para volver a presumir de ese ambicioso proyecto en la capital grinsola.

Este cambio de rumbo no llegó a darse, y Magrins certificó su descenso como último clasificado en la temporada 18/19, tras haber estado durante prácticamente toda la temporada en la zona de máximo peligro. El equipo volvía a la categoría de plata en la que sólo estuvo un año y cerraba así un trayecto de cinco temporadas consecutivas en la élite grinsola. Este descenso hacía que dejasen La Caja Gruna para volver a su Pequeño Bernabéu, con un proyecto de remodelación en mente. Sin embargo, este periplo no duraría mucho tiempo: los de la capital de la República lograron de nuevo demostrar que son un club con grandes aspiraciones y consiguieron cerrar la temporada regular en una segunda posición que les daba acceso a disputar la liguilla de ascenso en una posición privilegiada. Aún así, no sería nada fácil: tuvieron que enfrentarse a un duelo a cuatro bandas contra Racing de Sanklander, Chicago Boom y Atlético Maetílico por las dos plazas de ascenso que quedaban en liza; y tras colarse entre los dos primeros clasificados en la penúltima jornada, una derrota dolorosa en casa frente a la Naranja Mecánica parecía acabar con las esperanzas del equipo… ¡hasta que comprobaron que el resto de rivales también perdían sus partidos! Magrins volvía a Primera División de nuevo, un solo año después de su descenso.

Por desgracia esta vuelta a la élite no fue nada parecida a la de su primera etapa. Aunque comenzaron bien y lograron engancharse en un primer momento a la parte alta de la clasificación, una mala racha les dejó de nuevo en posiciones de peligro, de las que no lograron salir en toda la temporada. A falta de un par de jornadas, decían adiós matemáticamente por segunda vez consecutiva a la Primera División y deberían emprender por tercera vez el camino del ascenso.